Freitag, Oktober 07, 2005

Sagen Sie mir Ihr Name bitte!

Münster, Bibliothek Hüfferstiftung (Teclado sin tildes y sin egne por desgracia para los puristas del espagnol)

No hay nada mas charro que ver a un aleman desesperado porque va a llegar tarde a algo, o mejor, encontrarse a un aleman con alma de costegno colombiano. Hoy el bus se retraso 15 minutos, cosa poco comun aca, y el conductor seguia lo mas relajado de este mundo. Seguro porque el dia de hoy, para ser otogno, esta simplemente genial: 22° C, nada de nubes...el tipo iba muy relajado.

En una estacion se monto una segnora, y le empezo a alegar que porque carajos se habia demorado tanto, que si nos habiamos accidentado o que, pero de entrada en tono grosero. La segnora se fue empeliculando porque el conductor no le ponia atencion, y armo un escandalo del carajo, y se armo un revoltijo de voces en todo el bus, comparado al que se arma cuado hay guerra entre Santras en Medellin y alguno apela por el almuerzo que el conductor le va a dar en su casa porque no lo dejaron bajar ("Me vas a llevar a almorzar a tu casa o que h*juep*ta?"). A fin de cuentas, yo creo que es mejor viajar en tren por estos lares, pero para que vean que en todos partes hay gente loca...la tierra entera es un circo!


Bueno, por el bus ir retrasado no llegue a mi cita, porque el resto de la ciudad si siguio muy puntual, asi que aca estoy gastandome el tiempo en el blog. Magnana voy pa Berlin, si tomo fotos, ya las veran.

2 Kommentare:

Pablo Aristizabal Montoya hat gesagt…

Que bacanas las historias de como todo el mundo se enloquece por el tiempo. también me has no animado a ir a Alemania, por que la puntualidad no es mi especialidad y daría lo que fuera para que todo el mundo dejará de serlo, esa es mi maravillosa Utopía, y mientras se realiza (Si como no), tendré que ir aprendiendo a ser puntual.
Por otro lado gracias por tu comentario fantasma.

Anonym hat gesagt…

Pero que bueno son los buses en Medellín, donde no sólo se ve nuestra cultura sino la gran variedad y contrastes que tanto nos representan. A diferencia suya, montada en un bus en Barcelona, extrañé con sorpresa el ruido, la locura, la mezcla de olores, sonidos, caras y colores que se exponían en los buses de Medellín, cual galerías de arte...