Lo que el viernes en la mañana empezó como una gran alegría debido a la primera nieve del 2005 terminó siendo una casi catástrofe.
En la región de Alemania donde habito (Renania del Norte-Westfalia, altura 4 m.s.n.m.) , suele nevar al año máximo 5 cm, por lo tanto la gente, los servicios de invierno y todas las costumbres no están referidas a las del sur de Alemania, donde un par de metros desde finales de octubre son habituales. Además, por acá normalmente suele nevar a finales de diciembre. Esta vez todo fue distinto. Para mí que no estoy acostumbrado a la nieve, y conociendo los pequeños copos que caen por acá, ver la tormenta del viernes en la mañana significó una gran emoción, pues los copos eran grandes, y bueno, la nieve es muy interesante y el paisaje se pone muy bonito. Cuando me fuí a trabajar, conforme pasaban las horas y no paraba de nevar, empecé a notar que sería bueno pedir permiso para salir una hora antes (a las 4:30 pm), mientras aún era de día, y tratar de tomar un bus a casa, porque el bus de ida al trabajo había viajado lo suficientemente lento para pronosticar que el viaje de vuelta iba a estar complicado, y la nieve hacía mucho había pasado los 5 cm habituales, y ya me llegaba casi a la rodilla.
Llegué a la parada del bus a tomar el habitual bus del minuto 32 que pasa cada hora en semana, y éste no llegaba. Ahí en la estación conocí a Christina, que iba a visitar a su novio y ya llevaba una hora esperando y decía que no se demoraría más de 30 minutos en pasar el bus. Entonces me dije: "relajado, una hora máximo y estoy en la casa". Hay que anotar que la empresa queda en un pueblito chiquito llamado Neuenkirchen a media hora de mi casa en carro y en condiciones normales. Pasó el tiempo, y se empezó a agotar el tema de conversación con Christina, que decía que sabía español, pero no le pude sacar ni una palabra en mi idioma. Empezó a oscurecer, nevaba más recio y los zapatos no daban más, ya me dolían los pies de lo fríos que estaban, y el reloj ya marcaba las 18:32 (ya iban dos horas ahí afuera). Así que me dije: "pelao, por acá no va a pasar ni m*erda, y busque mejor quien lo lleve o pregúntele a esta pelada si se puede quedar en la casa de ella y le paga, o váyase a dormir a la oficina en la empresa (qué más iba a hacer tirado en medio de la nada?)".
Llamé a un amigo, el único que tengo en el pueblo donde vivo. Cuando lo llamé al teléfono de su casa me dijo que la luz se había acabado de ir, y había acabado de volver. Por suerte me dijo que iba a intentar viajar en carro a recogerme. Llegó una hora después. Y de vuelta a casa empecé a ver la realidad. Ya no había luz en varios pueblos, se había muerto la red de celulares, no habái teléfono porque acá la red en todas partes es digital y el que tenga uno análogo es porque lo tiene de colección, en la radio era oficial que desde las 3 pm no habían trenes en numerosos trayectos y los buses habían cesado operación, y que estábamos en la ola invernal más pesada de la región en más de 10 años. Ahí si que me dije: gracias a Dios tengo este amigo.
En esas me entró de suerte una llamada de Juan un amigo colombiano que vie en Münster, diciéndome que estaba atascado en Roma porque el aeropuerto de acá estaba cerrado. Luego de contarle la situación, se volvió a casa de su amiga pues el vuelo fué cancelado hasta el domingo. Escribiendo este post me acaba de llamar, y ya está en el aeropuerto de Münster, y espero que encuentre un bus para volver a casa.
Me quedé en la casa de el, porque acá no había nada. El caos era la cosa: la radio dando instrucciones de emergencia, y avisando que no se sabía cuando se reestrablecería el fluido eléctrico. Más de 8 pueblos sin luz, y millares de personas pasando la noche en la casa sin electricidad y sin calefacción (la bomba de la calefacción funciona con electricidad). Así que entonces, la tarea era conseguir madera, y a darle a la chimenea, y cerrar las ventanas para evitar que el aire se enfriara. Esa noche, teníamos por suerte un fogón y una lámpara de gas de las de camping, y con eso nos calentamos y cocinamos. Seguía nevando. La temperatura en la casa bajó hasta 15°C.
Al siguiente día comprar comida, y seguíamos sin luz. El supermercado abrió de tal forma que se hacía una fila a la entrada, y entrabas con alguien del supermercado de a una persona, con lámpara en mano, y al salir con calculadora en mano te hacían la cuenta. Sólo podías comprar una canasta llena de cosas y no más. Ese día un amigo nos regaló madera seca, y todo estuvo mucho mejor. Me conocí varios juegos de mesa alemanes muy buenos (sobre todo uno de dados llamado "Kniffel"), y hablé demasiado en alemán, todo convino. Volví al GameBoy que desde hace ratos no veía, y escuchando la radio con pilas. La situación igual: Wintereinbruch in NRW: Krise in den Kreisen Steinfurt und Coesfeld, otra noche sin luz, 1030 accidentes de carro en las autopistas, la autopista a mi empresa completamente cerrada, trenes ya en funcionamiento pero con retraso de hasta 6 horas, y los buses parados. También me asomé por mi casa. Y buena travesía para llegar. En la entrada del edificio algunos usando un asador para quemar carbón, una mesa gigante hecha de otras mesas cerca a ellos, mucha gente tomando, y en la calle los bomberos avisando que no habría luz posiblemente hasta el domingo en la noche, y que gente en necesidad podía ser acogida en el albergue dispuesto en un coliseo. A la salida los otros estudiantes sólo me preguntaron: qué hubo, vas a evacuar o qué? a lo que respondí con risas. Un amigo en el camino se encontró a un borracho que se había caído y tenía la cara ensangrentada y sólo preguntaba que si esto era Siberia o Alemania. Luego se encontró a una señora en shock que le decía que la llevara a la casa porque se había acabado de caer un árbol en frente suyo y no creía aún que estaba viva.
Hoy domingo volvió a las 6 am la luz. Y la aventura desde el viernes llegó a su fin. Hoy también dejó de nevar. Luego de muchos centímetros de caída, la tarea era ahora remover la nieve para mover los carros, y darle buena vía a los peatones. Y vaya que "palié". Ah! y ayer armé con los Schweers el primer muñeco de nieve de mi vida (por más rosa que suene, fué muy bacano, luego pongo fotos porque las tomamos con cámara normal y hay que esperar a revelar el rollo), un punkero más alto, más frío y más gordo que yo. Todavía sigue en la puerta de la familia Schweers, aunque está cediendo porque hoy subió a 3°C y empieza a derretirse la nieve. Luego de "paliar", a celebrar el primer domingo de adviento, tradición acá, y tomar cafecito, y ver noticias, teniendo en mente que todo pudo ser peor.
Ahora digo que agradezco inmensamente a la familia Schweers, y que no me imagino que habría pasado si no les conociera y me hubiera quedado un par de minutos más sin llamar desde la estación del bus, ya cuando la red de celulares se había caído.
Y bueno, ya listo a empezar una nueva semana, hay que seguirle pegando duro a la vida, siempre con contundencia.Para la anécdota: en la estación de trenes de Münster tuvieron que usar un búnker de la segunda guerra para darle albergue a las personas que se quedaron atascadas sin conexión, y por fuera de los ya copados hoteles de la ciudad.
8 Kommentare:
Hola dandote la bienvenida :D
Que buen relato, y qué pasó con Christina?
Ahí es donde uno entiende muuuchas cosas de la cultura Europea. Ni me imagino como fue cuando la guerra.
Que ralato parce...ahi se ve como está de loco el clima en el mundo (it´s the end of the world as we know it...jeje), porque si por allá nieva por acá no escampa, hay como medio pais inundado, pero inundado en serio, hasta los techos. afortunadamente, Medallo si anda con un clima envidiable por estos días.
Suerte, y seguí disfrutando de la nieve (buen parche lo del muñeco)
Para lo de los videos mándeme un correo y le explico ...
Viejo, me alegra que estés bien, desde que se supo la historia ha habido una avalancha de rezos de tu mamá y de la de merce. Vos sabés que yo no le jalo a eso pero igual considero que estuviste de buenas y eso me alegra.
Aguante Roadies!!!
José ¡que aventura! y tenaz por lo que te tocó vivir pero al menos le ves el aldo positivo a las cosas y hasta muñeco de nieve construiste.
Bien por vos¡¡¡¡
Y sabes que quedé pensando con tu historia en cómo fue de duro e intenso para la gente que vivió la segunda guerra con ese clima, me imagino que la mayoría de gente que sobrevivió a ello debe tener ahora una gran resistencia corporal
Cuidate mucho, sobre todo de la neumonia.
quiubo chiflamica!
estuvo bien krass lo de la emergencia! Como dicen aquí, tuviste glück im unglück. Me parecería raro tener tal interacción con los vecinos.
Bacano saber de otro paisano blogero por estos lares! estaremos leyéndonos pues...
simplemente encantada con la narrativa hombre!!
buen relato este y más aun, que bueno saber que "al otro lado del charco" hay alguien con la capacidad de captar cosas tan interesantes, ya sea cotidianas, trájicas, extraordinarias o aparentemente sencillas..
que buen blog..
besos.
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