El hecho es que esas horas eran acompañadas entonces por el profesor que tuviera clase a la primera hora. Nosotros empezábamos el día con Amanda, la profesora de álgebra, que era más brava que un berraco (vaya buen comienzo de semana, uno llegando mamao del fin de semana directo a esa clase). Justo empezaba el día y depronto empezó un olor a pedo químico y entonces cuales juegos de mesa, se la pilla Amanda que era un perfumín de esos y se emputa a todo eso, pergunta por el autor, obvio no aparece, y tampoco es denunciado porque en el salón sólo teníamos un sapo (vampiro) y ese man no sabía nada, y entonces nos empezaron a meter terror. Suspendieron las actividades en el salón, nos hicieron sentar otra vez en filas, y empiezan a pasar todos los directores de disciplina, hasta don Juan en tónica concilidora (como era de bravo ese man), llegó el padre ese de gafas que era cacorramente medio sospechoso (ahora que está como de moda ese tema en Colombia), luego el decano, en fin…..se llegó el descanso y el olor del atentado ya se había esfumado, el autor no aparecía, y empezaron las amenazas de que nos iban a suspender la semana bolivariana a todo el salón.
Nos rebotamos, empezó el descanso y no nos dejaron salir. A la final nos dejaron salir un rato y que cuando volviéramos al salón, si no aparecía el autor nos jodían las fiestas. Nos llamaron a varios de los juiciosos (yo en el colegio tenía imágen de medio nerd, pero los que me conocen en forma saben que no era así, sino que yo simplemente no me metía con nadie allá) a preguntarnos que si sabíamos quien era, y yo en serio no sabía quien era, y si hubiese sabido tampoco hubiese dicho nada, la verdad me llamaba la atención la idea de poder dormir hasta tarde toda una semana y no aguantarme tanto evento marica. Volvimos de descanso y no apareció nadie, entonces nos sacaron a la portería de la 70, nos filaron y nos hicieron ver por cada portero de la universidad, con el veto de no poder entrar a la universidad en toda la semana.
A mí siempre me gustó ir cuando eso a la guaca porque en esa época las fiestas de la UPB eran muy bacanas y caían artistas bacanos a los conciertos, igual que toda la joda que montaban en ingenierías los de FOKIU con la gente de Arquidiseño (ya se veían mis tendencias "fiestísticas" desde ese entonces). También estaba cuando eso zape pelele en sus inicios y las revistas de ese entonces eran un parche (iban en la edición 3, cuando aún sacaban revistas) y sólo se conseguían en la guaca o en las cafeterías del TAC. Yo quería ir por una revista y pasé haciéndome el loco por la portería, y como es que un portero me reconoce. Yo me hice el guevón y el man me empezó a pedir el carnet, y ahí decía el grupo atrás donde uno firma y claro, no me dejaron entrar. Lo bueno es que en esa época estaban construyendo la biblioteca central, y entraban muchas volquetas por la portería de la 70. Habíamos varios que no nos dejaron entrar y ellos se metieron al volco de la volqueta, un portero los pilló desde bienestar universitario y mientras se armó la camorra pa´ bajarlos, yo me parché al lado de una llanta, y cuando arrancó, me fuí a gatas al lado y a la altura del auditorio no me habían ponchado y ya seguí relajado, me metí por la facultad de derecho y llegué hasta el parqueadero del TAC donde era la guaca, y me la parché, compré mi revista y me fuí....nunca supe quien fue el man del peo químico, pero gracias a el dormí muy bueno una semana y aún me sigo cagando de la risa de todo ese bololoi, gracias man!
De eso me acordé ahora que es época de semana bolivariana...
1 Kommentar:
jajajaj ... los caminos de la memoria son misteriosos!!
Y debe ser muy jodido ser profesor de colegio, sobre todo en estos tiempos que los niños cada vez son más alzados. Mucha vocación la de esa gente.
Kommentar veröffentlichen