Dienstag, August 05, 2008

Wochenenderzählung

Múltiples cosas se vivieron en este fin de semana. De las más interesantes fueron el haberme encontrado a mi amigo Andrés, que no veía desde septiembre de 2005 y que desde el 2006 vive en París. La razón por la que nos encontramos fué muy particular: al inicio de la semana me llamó diciéndo e que venía por Estrasburgo (Francia) trayendo un carro en dirección al Líbano, y que pasaría por München.

Al encontrarnos en München conocí más detalles de la aventura igual que a sus otros compañeros de viaje: un italiano, un francés y un libanés. Están llevando un Mercedes Benz modelo 1980 en uno de los viajes más descabellados e interesantes que haya visto. De haber podido me habría ido con ellos.

En München vivimos en el poco tiempo que nos encontramos varias experiecias. Conocimos gente, hablamos bastante en muchos idiomas, llenamos el radiador con agua de una fuente pública, tomamos cocteles con chili, tuvimos un problema mecánico. Resulta que el auto estaba perdiendo constantemente agua pero en el radiador no veíamos ninguna fuga. Luego de llenar el radiador en la fuente de agua de la Ludwig-Maximilians-Universität en plena Leopoldstrasse nos aprestamos a ir a Freising para dormir en mi casa, y nos detuvo la policía secreta. Súbitamente de un carro normal apareció una sirena y se bajaron dos policías de civil con identificación en la mano tipo Hollywood. Luego de revisar los papeles, molestar porque los pasajeros de atrás no llevaban cinturón de seguridad y hacer múltiples preguntas, nos dejaron ir sin mayor problema. El auto superó el viaje a Freising (30 km) pero el agua de nuevo se había esfumado. Al otro día me fuí al trabajo y los viajeros al taller para para reparar el carro. En el taller descubrieron que el problema era el intercambiador de calor para la calefacción, y fue demasiado divertido tratar de acordar las cosas con los mecánicos en bávaro, alemán, inglés, luego en francés, luego en español y así por el estilo. Al fin conseguimos un arreglo muy particular, y ahora deben andar en Hungría con el Benz. Espero tengan un resto de viaje muy bueno!

Igual también hubo mucho viaje y unas cuantas cervezas. Del sábado quedé impresionado en ver como cada verano se llena München de visitantes musulmanes, en especial de estos tipos barbados y con panza, portando gafas Ray-Ban y relojes costosos, que arrastran detrás de sí su harem de mujeres vestidas hasta los tuétanos de negro, sin que se les vean nada más que sus ojos. A mí estas imágenes de estas mujeres me dan mucha tristeza.

Según cuentan, se supone que para ellos los 30°C del München veraniego son frescos en comparación con las temperaturas que reinan por estos tiempos en el medio oriente. Igual vienen con toda la familia, se arriendan un piso del Hilton, compran como locos en Louis Vuitton y otras casas de diseñadores en la Maximilianstrasse, y los precios no les hacen ni cosquillas con el actual costo del petróleo y los ingresos que esto les genera. Lo que siempre me pregunto es que hacen estas mujeres vestidas negro comprando tanta alharaca en las calles de München...tienen oportunidad de lucir lo que compran de alguna forma? En casa? Son ellas ninjas (jajaja)?

Alguna vez quedé en mostrar una foto de la bici. Al final la tengo, del último paseo a Passau, ahí va la maquinita a orillas del rio Danubio (la de adelante):



2 Kommentare:

Anonym hat gesagt…

¡linda bici!

Bueno el paseo

Anonym hat gesagt…

y cual de todos es su persona?;-)